La Enana Barbuda

Qué culpa tendrá el limón de ser una fruta. Algún día te harás daño de tanto caer de espaldas, la mirada vacía sobre el techo, vaya un pasatiempo raro para un colchón tan blando. Luego huirás al baño como forma de vida para que los vecinos tengan algo de qué hablar y que le den por culo al taxista si le molesta ver tu espalda, los cinturones no se hicieron para estas cosas.

Tengo un nuevo perfume para tu habitación, se llama sexo. Cinco días sin abrir las ventanas deberían bastar para darte cuenta de que siempre me has necesitado para estar sola. Tal vez lo amargo sepa mejor en vaso pequeño, necesito que me lo recuerdes cada cinco minutos. Estoy seco, esto no es justo, vamos a pedirnos otra.

Si algún día vuelves a pasear ese extraño show de mujer orquesta para un solo espectador por mi ciudad no te olvides de no decir nada, aquí el que se anuncia sí jode. Plantaremos nuestra carpa al lado de la piscina, yo te aviso si el sol te da demasiado rato en la cabeza que las especies en extinción tienden a morirse, tenéis esas cosas. Una vez terminada la función yo sólo espero que encuentres lo que necesitas y que tu sitio te encuentre a ti. El dinero está donde siempre. Que te vaya bien.