Hechos Reales (Luis)

Luis trabaja en una oficina de mierda. Sueña que es periodista pero no sabe más que hablar de sí mismo y repite siempre las mismas cuatro cosas así que no, aunque un amiguete le encargue escribir alguna vez en un periódico, no es periodista. No tiene mal sueldo pero él ha sido siempre su mejor pagador, por eso le escuece que la vida no esté a la altura de su talento. Él no ha leído todos esos libros para quedarse sin su aplauso y quiere que lo sepas, necesita que lo sepas, vive de tu adoración, más sangre para el vampiro. Una vez de niño le dijeron que era muy listo y el sambenito es suyo por usucapión, no es país para meritocracia. Nunca un ateo tuvo tanta fe, aunque fuera en sí mismo, absorto en el ruido de sus propios desvaríos y unas amistades elegidas con más mimo que criterio, sus 100,000 hijos.

Luis lleva mal la crítica. Muy mal. No sabes lo cansado que es tener siempre la razón, hijo, es ésta una tarea a la altura de muy pocos, así que no pierdas el tiempo haciéndole ver que lo que tiene delante es una pared, no le da para más. Se ríe abiertamente de los fact checkers en el mismo párrafo en que te apabulla con el dato que más le interesa cuando le llevas la contraria. Los estudios sólo sirven cuando me dan la razón, el resto es demagogia, esa fuente no es válida, justifique su respuesta, aparta, que no sabes. 

Luis es gallego. Bueno, no. Bueno, un poco. Tal vez más de lo que se piensa, pero desde luego mucho menos de lo que él se cree. Un manco que tira piedras desde su invernadero, le falta la media hostia que la vida le debe. En su cabeza, tiene más calle que el hijo de El Vaquilla, pero cuando le ordenan quedarse en casa lo primero que hace es encargar videojuegos y que le den por culo al repartidor. Yo y los míos primero. Hoy, de cenar, mis escritos sobre ética. Viva la clase obrera pero sin la clase obrera.

Luis tiene más sílabas que cuñado e inventa palabras, y aun así desconoce el significado de ultracrepidariano, una ironía deliciosa, de manual. Hace tiempo olvidó cómo bajarse de su cajita tonta, desde la que espeta lo correcto y ríe sus propios chistes mientras asegura saber mejor que tú lo que es ser tú. Bastardo hijo de De la Serna y Eugenio, se alimenta de validación y vanagloria, valiente cobarde está hecho quien deja que otros apaguen sus incendios, Nerón de pacotilla que no entiende de otra cosa más que sembrar y ni tocar la lira con gracia sabe. 

Luis, juez único de sí mismo. Luis, de profesión, experto. Luis, un sesquipedalismo con DNI. Luis, pleonasmo con derecho a voto.

Número de familiares en el extranjero: 2. All work and no flights make Jack a dull boy.

2 comentarios en “Hechos Reales (Luis)

  1. Luis somos un poco todos. Pero no todos intentan evitar serlo.
    Yo vivo en una burbuja donde mi contrariedad con el mundo cada vez perjudica a menos gente. Pero como ves siempre hablo de mí, como Luis, como Lobech. Como todos.
    Eso sí. No somos gallegos.

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