Epifanía

Hoy, palabra bonita.

EPIFANÍA

El diccionario de la RAE la define como:

1. Manifestación, aparición.

2. Festividad que celebra la Iglesia anualmente el día 6 de enero.

Sinónimos: adoración

Antónimos: no tiene

Origen etimológico de la palabra: del latín “epiphanīa·, y este del griego «ἐπιφάνεια», manifestación.

Resultados de buscar “epifanía” + “vihuela” en Google: 1620

Tres ejemplos de buen uso de la palabra (cortesía involuntaria de El País, entre otros):

1.- El desarrollismo democrático creía en los efectos benéficos del crecimiento económico, que se traducirían en algún momento en una especie de epifanía liberalizadora, hasta el momento inexistente

2.- A mí me dan casi siempre la impresión de estar viviendo una secreta epifanía, uno de esos momentos en los que alguien, tal vez sin tener plena conciencia, reposa en equilibrio en el centro de su propia vida, haciendo algo cotidiano en lo que se contiene alguna forma de plenitud

3.- Ian McCulloch, líder de Echo and The Bunnymen, es un tipo al que en 30 años rara vez se le ha oído decir nada bueno de otra banda que no sea la suya. Pero el domingo por la tarde comentaba que descubrir a Arcade Fire había sido una epifanía. «Lo de esta noche va a ser realmente especial», añadía

Tres ejemplos de mal uso de la palabra (sin acreditar):

1.- Siempre he sido un gran fan de Epifanía de Mónaco, la de los guardaespaldas y el domador de elefantes

2.- Mis grandes referencias culturales son Coco, Triki, Epi, Fania All Stars y Torrebruno. De siempre

3.- A buen entendedor, pocas epifanías bastan

En otros idiomas, Epiphani, apparition, epifanía, Aufkommen.

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En otro orden de cosas, para rematar la faena, nada como un buen clásico. Lo suyo sería haber incluído alguna canción con la palabra «Run» («Run» de Gnarls Barkley, «Keep on Running», de Spencer Davies Group, «Run» de Snow Patrol, «Born to Run» de Springsteen, «Keep the Car Running» de los Arcade Fire, «Run, Run, Run» de Velvet Underground, «Knock a Door Run» de Arctic Monkeys, «Time Is Running Out» de Muse, «No Distance Left to Run» de Blur, «Walk, Don’t Run» de Herman Düne, «Running Out of Angels» de Elvis Costello, «Running Battle» de Kasabian, «Run! Christian! Run!» de Super Furry Animals…) pero a quién le importa lo suyo.

Como gran clásico mi primera opción sería «Tombstone Blues», pero no hay ni un video que merezca la pena en todo Youtube, así que nos iremos con «A Day in the Life», cinco minutos de pura gloria. Cuando se habla de esta canción siempre se hace referencia al duelo creativo de Lennon y McCartney, cómo no se pusieron de acuerdo y mezclaron dos canciones y otras chorradas, obviando el hecho de que ahí estaba Ringo. Un ringo Starr que lo empasta todo, con un tempo constante que cambia del pop al free jazz sin transición, invisible, imprescindible, imperturbable, instantáneamente inmortal, icónico desde su altura y parapeto, camuflado a lo largo de los treintasiete compases que dura el descenso al maelstrom. Un masaje para los oídos con final feliz

Número de familiares en el extranjero: 1. A Day in the Lab.

The View From The Afternoon

 

Siempre me he considerado una persona con suerte. Tal vez porque sé reconocer las ocasiones o disfrutar de los buenos momentos y las cosas simples, tal vez porque creo en una especie de equilibrio cósmico y me dedico a no joder demasiado al prójimo, tal vez porque sea un gilipollas optimista o tal vez porque realmente lo sea.

El caso es que iTunes me dice que tengo 525 discos de 298 artistas, lo que me proporcionaría 23,4 días de música ininterrumpida y yo, shuffleadicto, suelo terminar disfrutando de la canción apropiada para la ocasión, y más de una vez me ha sucedido que me he acordado de una canción concreta y justo mi reproductor favorito ha terminado eligiéndola de entre 8590 candidatas (recordad, windowlickers del mundo, jamás le digáis al pincha lo que queréis escuchar, no sólo no le importa a nadie sino que a ninguno nos gusta que nos digan cómo debemos hacer nuestro trabajo).

No sé, a lo mejor es que los esbirros del señor Jobs han dado con un algoritmo que realmente funciona o nos hemos utilizado tanto el uno al otro que ha terminado conociendo mis gustos y mis humores, pero el caso es que rarísima es la vez que mientras friego los cacharros, cocino o sencillamente paso el rato no suenan una o dos canciones de los Arctic Monkeys, desafiando a las leyes de la estadística y alegrándome un rato del día.

El caso es que miro por la ventana y la vista en cierta forma me agrada y reconforta, y ayer vi a Adrián después de un montonazo de tiempo y tres planes de cinco no es un mal promedio y siempre es agradable volver a encontrarte con gente sencilla, sincera y honesta, con la que echarte cuatro risas y ya está.

Tal vez estuviera necesitado de salir por ahí, o tal vez necesite desconectar de vez en cuando, o tal vez todo sea más sencillo de lo que parece, o tal vez tenga una subida de litio, o tal vez sólo sea, como en el caso del iTunes, que el modo aleatorio de mi vida ha elegido una canción apropiada en un momento apropiado de forma totalmente fortuita y tenga ganas de darle al forward con la siguiente canción que suene. Quién sabe. Tal vez mañana sea lunes.

Tal vez.

Número de familiares en el extranjero: 1